La displasia de cadera es la falta de desarrollo normal de la articulación entre el fémur y la pelvis. Esto afecta la congruencia de la articulación y origina un defecto de la cavidad acetabular (cavidad en la pelvis destinada a alojar la cabeza del fémur) y de la parte proximal del fémur, la cual se desplaza hacia afuera.
Esta enfermedad es más frecuente en pacientes que tienen familiares con displasia, hijos de madres primerizas, sexo femenino, presentación podálica y oligoamnios.
Con la detección precoz se pueden evitar o retrasar la aparición de secuelas en el adulto.
En los pacientes adultos en los que no se ha realizado el diagnóstico o el tratamiento recibido ha sido insuficiente debido a la gravedad de su condición, se origina la artrosis de cadera y aparecen síntomas como dolor sobre la articulación o en estructuras vecinas (columna o rodilla) que puede limitar sus actividades diarias; cojera, rigidez articular, acortamiento de las extremidades y deformidad, lo que lleva al deterioro de la calidad de vida del individuo.
Existen varios tipos de displasia que dependen de la formación del acetábulo y la luxación del fémur. La clasificación de Crowe es la más utilizada y describe 4 tipos según su complejidad.
También existe artrosis en pacientes que han sido operados en la infancia. Estos representan un desafío por su complejidad, ya que muchos tienen material de síntesis en el fémur o en el acetábulo.