Cadera

La artroscopía de cadera en una técnica mínimamente invasiva, endoscópica, por la cual se accede a la articulación a través de heridas muy pequeñas y se observa a través de video y, con instrumental especial microquirúrgico, se tratan diferentes problemas de la articulación.

Incluye la corrección del pinzamiento de la cadera, lesiones de labrum, lesiones de cartílago articular, la extracción de cuerpos libres, tratamiento de sinovitis, entre otras.

Está indicada cuando hay falla en el tratamiento conservador y está contraindicada en el caso de artrosis de la cadera. 

La artroplastía o prótesis de cadera, es una cirugía que consiste en sustituir la articulación dañada por una sintética compuesta de varios materiales metálicos, polietileno, cerámica, etc, según sea el caso.

Esta cirugía se realiza para tratar la artrosis de la articulación de la cadera, ya sea primaria, o  secundaria por displasia de cadera, enfermedades de la infancia como enfermedad de Perthes, traumatismos, fracturas antiguas o enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide o el Lupus eritematoso sistémico.

Lo ideal es restituir la anatomía acercándose lo más posible a la condición fisiológica. Se busca restablecer la longitud de las piernas y lograr la posición ideal del acetábulo, mediante la planificación previa y el uso de referencias anatómicas, para lograr conseguir un mejor trabajo a nivel muscular y obtener mayor longevidad del implante.

En ocasiones es necesario sustituir algún elemento o por completo una prótesis ya colocada. Son cirugías variables y de alta complejidad.

Algunos problemas que pueden requerir una cirugía de recambio incluyen: aflojamientos mecánicos de uno o más componentes, fracturas, inestabilidad, dolor crónico por mal posición de los componentes o por aflojamientos de origen infeccioso.